Un explorador de National Geographic advirtió por riesgos en los océanos y su impacto en los sectores populares ✍️ Natalia Concina
El experto y activista señaló a la pesca ilegal, la contaminación por plástico, los hidrocarburos y la minería submarina como algunos de los ejes que son parte de esta problemática que afecta al ecosistema marino y, según detalló, ‘las comunidades son las primeros en sufrir las consecuencias’.
Explorador oficial de la National Geographic desde los 21 años, el fotógrafo marino y activista ambiental Nicolás Marín Benítez advirtió sobre los efectos de la pesca ilegal, la sobrepesca y la minería submarina sobre el ecosistema de océanos y mares y, en diálogo con Télam, aseguró que “los sectores populares son los primeros en sufrir las consecuencias de los problemas ambientales”.
Este joven, que participó en la reciente conferencia mundial “Our Ocean Panamá 2023”, nació en 1999 en la localidad de San Miguel, en el noroeste del conurbano bonaerense, y creció mirando documentales sobre el océano pero, según cuenta, “lo más cerca que tenía era Mar del Plata y no se bucea allí; además en mi familia nadie se dedicaba a eso, así que era un sueño muy lejano”.
Con este apoyo, Nicolás comenzó a girar por el mundo para retratar lo que pasa adentro del mar y la vinculación entre las problemáticas ambientales y sociales se le volvieron cada vez más evidentes.
“Las problemáticas ambientales están estrechamente vinculadas a las problemáticas de los sectores populares y, de hecho, las comunidades son las primeros en sufrir las consecuencias”, asegura.
“Las problemáticas de los océanos son muchas: contaminación por plástico, por hidrocarburos, sobrepesca, pesca ilegal, la necesidad de expansión de las áreas marinas protegidas, y, lo más urgente actualmente es frenar la minería submarina porque es una actividad de la que no conocemos las consecuencias; ni los científicos pueden dar respuestas sobre qué pasaría; entonces es probable que se generen daños irreversibles”, sostuvo.
Sobre la pesca ilegal, Nicolás refirió a lo que sucede en la denominada milla 201: “Hasta la milla 200 en Mar Argentino, pero a partir de la 201 son aguas internacionales; allí se instalan los buques, mayormente de origen asiático y europeo, que tienen refrigerantes y estaciones de combustible entonces se van sólo cuando depredan todo”, describe.
“La problemática de los plásticos es algo que se ve muchísimo, siempre aparece algún plástico cuando te sumergís. Y otro problema es el vertido de hidrocarburos en los océanos porque los plásticos se podrían sacar pero los hidrocarburos es prácticamente imposible”, sostiene.
“El CAN 100 (donde está planeado hacer la exploración) es candidata a zona protegida por la diversidad de especies que alberga (…) Actualmente se realizan exploraciones sísmicas en muchos lugares y como fotógrafo me tocó ver ballenas muertas en la costa de nuestro mar y eso es sólo una ínfima parte del problema”, dijo durante la audiencia Nicolás.
“En algún momento pensamos que lo íbamos a detener porque de hecho esta actividad está en contra del Acuerdo de Escazú (un acuerdo regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe); pero siguen avanzando. Entonces, lo que vemos es que es importante que se hagan leyes y tratados internacionales pero con eso sólo no alcanza, las comunidades tienen que movilizarse”, concluye.